Cada temporada de fútbol tiene sus protagonistas.
Uno de ellos siempre lo será el líder de goleo en el campeonato.
* Randall Álvarez, Serie A en ESPN.
Este año, Luca Toni no es protagonista por encabezar tempraneramente la tabla de artilleros en la Serie A sino por la forma en que lo está haciendo; su marca de 13 goles en 11 jornadas no se había visto desde la época dorada de Gabriel Batistuta, quien tuvo un inicio similar en la temporada 1994-1995 cuando fue goleador del certamen.
Irónicamente, Luca Toni también viste el violeta de la Fiorentina, por lo que se ha convertido en el nuevo ídolo en Florencia y se ha ganado el apodo de “Tonigol”, en honor al legendario Batigol...
Pero nos preguntamos, ¿de dónde salió este Luca o Toni, quien a sus 28 años de edad viene a darse a conocer en la máxima categoría italiana?
Luca Toni nació al norte de Italia, en Modena.
En sus primeros años como futbolista profesional daba la impresión de haberse equivocado de deporte: con su 1,94 de estatura y su rigidez física en el transporte del balón, no llegó a anotar mucho en sus primeras cuatro campañas -10 goles en ese período-. Inclusive contempló el retiro cuando jugaba con el Fiorenzuola de la categoría C1.
Fue después de reflexionar acerca de su misión en el fútbol que cambió su destino.
En 1999, Treviso -entonces en Serie B- le dio el voto de confianza que necesitaba y ese año anotó 15 goles.
Al año siguiente vendría un considerado “tardío” debut en serie A pues ya tenía 23 años. Esa primera campaña en la máxima categoría anotó 9 goles pero su camino había quedado trazado con un nuevo giro.
Luego pasó al Brescia donde se dio el lujo de completar las grandes jugadas de un Roberto Baggio brillante, para terminar la temporada con 13 goles.
Su evolución era más que impresionante. Los técnicos veían su potencial y lo entrenaban en forma especial.
Después de tres temporadas en Serie A, sería transferido al Palermo de la Serie B, lo que para muchos significaba dar un pasa hacia atrás.
Pero como dicen por ahí “no hay bien que por mal no venga” y esa decisión lo catapultó como uno de los mejores delanteros italianos.
En su primera campaña con el equipo rosado dominó la segunda división y sus 30 goles ayudaron a que el cuadro siciliano ascendiera a la Serie A por primera vez desde 1973.
Surgía entonces la interrogante de su capacidad para la división élite, pero Luca siguió al mismo ritmo y terminó la temporada con 20 goles, cuatro menos que el máximo goleador, y su Palermo terminó en 6o lugar con derecho a la Copa UEFA.
Sus 63 goles -y contando- en las últimas tres temporadas, han aclarado muchas cosas, por no decir han cerrado muchas bocas.
Luca Toni se consolidaba como la nueva promesa (no la más joven) del fútbol italiano.
Para esta temporada, Luca rompió su promesa con los sicilianos de que “nunca se iría a un equipo más grande…”
Pero por $12,5 millones a veces se puede cambiar de parecer.
Así pasó a formar parte de un rejuvenecido equipo Fiorentina, necesitado de una figura que llenara la hasta entonces no superada partida de Batistuta.
Lo demás , es historia en progreso...
Su gran fortaleza física –que tanto frustra a sus rivales-, un muy depurado control de balón para un hombre de su estatura, y su entrega admirable, lo han convertido en el delantero y goleador de moda en Italia y en toda Europa pues sus 13 goles superan las estadísticas de los líderes de otras ligas importantes: Miroslav Klose (Alemania) y Shota Arveladze (Holanda) han anotado 12, mientras que Frank Lampard (Premier) y Samuel Eto’o (España) acumulan 10 cada uno.
Su gran momento, sin duda, hace sonreír al técnico azzurro Marcello Lippi, quien ha depositado en él toda su confianza, por algo lo hizo debutar en su primer partido en el banco italiano en agosto de 2004.
Desde entonces, Toni ha contribuido con cinco goles en 13 partidos y se postula como la gran esperanza ofensiva para el Mundial de Alemania que, debido a su edad, podría ser su primer y único torneo mayor.
Luca Toni, un diamante en bruto a quien el tiempo y los técnicos han ido puliendo hasta convertirlo en un rompe marcas.
Sus goles esta temporada han sido para todos los gustos: de cabeza, con derecha, con izquierda, y muchos con etiqueta de espectaculares.
Florencia tiene un nuevo ídolo, pero ante todo el fútbol italiano tiene a un nuevo goleador, de esos de raza, que mejoran cada día, y que parecen aprovechar al máximo las oportunidades que se les presentan en el camino.
Nada mal para alguien que hace ocho años pensara retirarse.
Luca Toni es el Capocannonieri de moda, y de continuar a este ritmo va camino a convertirse en el goleador de la temporada.
Sería un premio a su esfuerzo y un aguinaldo para la selección que tanto lo necesita para el Mundial.
Por eso los italianos se comienzan a frotar las manos…
* Randall Álvarez, Serie A en ESPN.