En el fútbol existen ciertos Fuera de Serie que no aparecen todos los días sino cada cierto tiempo y a veces por generaciones.
Ese es el caso de Antonio Cassano, el chico rebelde de la Roma pero indiscutiblemente uno de los nuevos genios del fútbol italiano.
¿Por qué entonces, a tan corta edad, Cassano se ha convertido en la "oveja negra" de los equipos donde juega?
* Randall Álvarez, Serie A en ESPN.
Cuando asoma una nueva estrella en el firmamento futbolístico los ojos de todos observan, evalúan y critican; alaban, idolatran y sueñan.
Todos creen conocer al derecho y al revés al nuevo genio.
Sin embargo, se olvidan de que con estos genios del fútbol casi siempre vienen un temperamento y una personalidad difíciles de descifrar y entender.
Siempre se ha dicho que los grandes genios o superdotados intelectuales no han sido personas muy llevaderas socialmente.
¿Será acaso porque en su mente se manejan pensamientos más complejos?
¿O porque cuentan con algún otro instinto para ver más allá que los demás?
A esto, innato en cada uno, hay que añadirle el pasar del tiempo y las experiencias que van torneando el carácter como persona y como jugador.
Es este proceso el que define en realidad quién se hace estrella y quién no pasa de promesa porque el talento por sí solo no hace a un ídolo.
Bueno, sin adentrarme mucho en lo fascinate de la psicológía, Cassano vive en su propio mundo y su conducta quizás nadie la pueda realmente explicar:
un psicólogo la analiza de una manera, un entrenador de otra, y estoy seguro de que sus padres también tienen su propia versión.
En lo personal, me parece que su situación se ha hecho más grande de lo que en realidad es.
El chico tiene talento de sobra, sin embargo, no gusta mucho de los rigores del fútbol moderno profesional con sus libros de deberes y etiqueta de un vestuario.
Para algunos será un gran pecado, para otros no.
Antonio Cassano es un rebelde, y estoy seguro de que tiene su causa, aunque sí me parece que lo que necesita es contar con la guía de un mentor –entrenador- con la capacidad de ser técnico, amigo, y de vez en cuando psicólogo, que le pueda canalizar todo su potencial con una mano paternal y entienda su concepto de libertad.
Esto no sugiere que el joven vaya a cambiar -¿acaso Romario cambió tanto con el pasar de los años?-, pero sí le puede facilitar un poco las cosas en cualquier equipo.
En las últimas campañas don Fabio Capello, a pesar de lo que se decía, tuvo bastante éxito tratando con Cassano en un punto en el que el chico pasaba de ser promesa a ser figura del equipo y hacía la transición a la Azzurra mayor.
Entonces, ¿por qué tanto problema esta temporada?
A mi criterio, el problema en la Roma no han sido los jugadores sino el propio nuevo técnico Gigi Del Neri a quien desde su llegada nadie ha respetado debido, en parte, al hecho de que fue separado este verano casi sin haber dirigido en el Oporto, por el cuestionamiento sobre su supuesto conocimiento o participación en arreglo de partidos en Italia.
Sobre Antonio Cassano pueden llover los calificativos de rebelde, caprichoso, malcriado, pero a la vez los de genio, fuera de serie, estrella o ídolo...
Lo que el muchacho necesita es una guía para aprender a medir un poco sus acciones impulsivas y así poder entender mejor las exigencias profesionales.
Mientras que sus críticos deben aprender a apreciar mejor su talento y a respetar más sus necesidades porque como dicen por allí, “cada cabeza es un mundo” y ¡vaya si los genios tienen cabeza!
* Randall Álvarez, Serie A en ESPN.
