Por las vueltas que da la vida y, ahora la UEFA Champions League, el Milan y el Inter se han vuelto a ver las caras.
* Randall Álvarez, UEFA Champions League en ESPN.
Como si no se hubiesen visto lo suficiente a través del tiempo, por segunda vez en dos años su duelo tiene en juego un importante paso al frente en el torneo de clubes más prestigioso del mundo.
En la temporada 2002-2003, y camino al título, el cuadro rossonero prevaleció merced a su irónico gol como “visitante”.
Para esta ocasión algunas cosas han cambiado: el Inter tiene un nuevo hombre al mando en el banco (y a Giacinto Facchetti como Presidente), además de haberse hecho de los servicios del goleador Adriano (no jugó la ida y es duda para el retorno).
Mientras que el Milan sigue con los mismos a la cabeza, aquellos que se encargan de mover las fichas fuera del campo (y dentro porque Ancelotti aún sigue), y también ha gozado de un par de incorporaciones de lujo como Kaká y Hernán Crespo, quien en aquella oportunidad lucía los colores del Inter.
Curiosamente, y por lo menos en el partido de ida, estos nuevos de ambos equipos fueron los de menor protagonismo en el encuentro.
Como se esperaba, para el Derbi #261 la ciudad entera se paralizó.
La radio y la televisión aturdían hablando del partido, el blanco y rosado de la prensa escrita cubría sus páginas con predicciones y anécdotas del evento en el Barrio San Siro. Este día, los ojos del mundo estaban en Milán y los oídos en Londres.
Entre las historias para el Derbi estaba la del duelo entre los apetecidos monstruos del gol Adriano y Shevchenko. Por las ironías de la vida y el fantasma de las lesiones, al igual que en el último Derbi del 27 de febrero, no pudimos disfrutar de esto pues mientras el del Inter se perdía el partido, el del Milan retornaba después de casi dos meses de ausencia.
Otro de los duelos en el menú del día sería en el medio sector. Ambos equipos han demostrado esta campaña tener una sólida e ingeniosa medular.
A primera vista daba la impresión de que Milan salía con un medio campo un tanto más ofensivo y de mayor delicadeza en el trato de la redonda, sin embargo, el Inter contrarrestó eso con una interesante propuesta en la que Cristiano Zanetti y “Cuchu” Cambiasso se encargaron del trabajo sucio de desdoble, mientras Verón volvió a pedir licencia para deambular por el campo entre línea y línea.
Así, el equipo de Mancini tuvo mayor dinámica en esos metros y lució mucho mejor, en especial durante el primer tiempo, aunque hizo falta la llegada final.
Cabe destacar que de las tres oportunidades claras de gol del Inter, dos fueron a balón parado que salvó en forma espectacular Dida.
Irónicamente, las anotaciones del Milan no llegaron en jugadas fluidas, sino más bien como resultado de descuidos de marcación en balones enviados al borde del área chica, un problema que aqueja el Inter especialmente cuando está Sinisa Mihajlovic en el campo.
Claro, a esto hay que añadirle el alto grado de complicidad del arquero Toldo, quien posiblemente haya confirmado su salida del club con tantos errores en sus salidas –o no salidas- esta temporada.
Por el lado rossonero, la férrea línea defensiva de siempre volvió a sufrir una variante con la reincorporación de Stam al lado de Nesta (no del todo recuperado de la lesión del empeine), con lo que el capitán Paolo Maldini, quien jugó su Derbi #50, se vio obligado, quizás en contra de su voluntad a jugar por su antiguo carril izquierdo.
Pero bien resguardada y con el apoyo incondicional de Gattuso, la última línea funcionó bien, Stam intimidó a Martins y hasta se dio el lujo de anotar.
En general, el Milan de Ancelotti no necesariamente fue superior durante todo el partido, aunque sí logró aprovechar al máximo sus oportunidades.
El cuadro rojinegro confirmó una vez más que es uno de los equipos más equilibrados del mundo y que, a como lo ha hecho en las últimas campañas, sabe sacar los resultados que necesita.
Mientras tanto, además de la ausencia de Adriano, hay varios factores que tienen al Inter bajo mucha presión.
Al cuadro de negro y azul le pesa, primero que nada el 0-2 actual, también el hecho de haber sido eliminado por Milan hace dos años con la bofetada del “gol de visitante”, además le pesa la fresca memoria de que fue Milan el que le puso fin a su racha invicta en Serie A y ahora también se la haya echado a perder en la Champions.
Y que más peso que el mismo pasar del tiempo, Inter no vence a su acérrimo rival desde marzo de 2002.
Desde cualquier ángulo que se vea, el Inter ha recibido otro conteo de protección ante el Milan, y ahora le quedan 90 minutos para buscar levantarse y vengarse de una vez por todas de su bestia negra.
* Randall Álvarez, UEFA Champions League en ESPN.
