Hace escasos días, por fin llegó a su final la novela Antonio Cassano.
Su traspaso al Real Madrid se convirtió en el fichaje más discutido del mercado invernal hasta el momento.
* Randall Álvarez, Serie A en ESPN.
https://espndeportes.espn.go.com/story?id=397810
Esto significó también el final de un suplicio que habían vivido tanto jugador como club desde hace ya algún tiempo.
La salida del temperamental Cassano era cuestión de tiempo.
La partida de su mentor Fabio Capello –el único que ha podido encarrilar al chico de Bari- representó para Cassano el inicio de una salida inminente del club romano, donde se había mantenido además de su contrato, por el incentivo de seguir al lado del emblemático Francesco Totti, al que ahora intentará llevarse a Madrid.
Con este rompimiento, puede surgir la pregunta, ¿a quién afectará o beneficiará más esto, al jugador o al club?
Primero hay que hablar del individuo.
Antonio Cassano llegó a la Roma en el verano de 2001 bajo la expectativa de ser un fuera de serie.
En realidad lo es, y el club se jactó de su famoso tridente basándose en su aporte y el de Totti, bajo la magistral dirección de Fabio Capello quien además de ser uno de los mejores estrategas del planeta, las hace de psicólogo y padre dentro de los equipos en los que ha dirigido con grandes resultados.
La Roma de Capello era grande con estos dos genios.
Personalmente no me cansé de predicar mi preferencia en esos tiempos por el exquisito y siempre ofensivo fútbol que practicaba.
Pero de la noche a la mañana, sin mayor aviso, don Fabio salió por la puerta de atrás y se marchó a Turín. Sus razones habrá tenido el Mister.
No tuvo que darle explicaciones a Totti o a Cassano, aunque estos quizás nunca entendieron su partida.
Para Antonio Cassano ese momento significó el comienzo de su declive dentro del vestuario. Pasaron otros técnicos de la talla de Rudy Völler, Gigi Del Neri, Luciano Spalletti, y ninguno pudo tomarle el pulso al chico caprichoso, más bien optaron por la vía negativa del castigo, al separarlo inclusive del equipo por algún período.
Además, los encargados de la toma de decisiones en la Roma tampoco entendían a Cassano, por lo que su salida era inminente.
Ahora puede tener un nuevo inicio, casi de cero porque llega a una nueva liga, con nuevos compañeros y lejos del mundo mediático que también le puso mucha presión en los últimos meses. Claro, corre el riesgo de estar en la boca del lobo pues ya sabemos lo punzante que puede ser la prensa española.
Esto dependerá en gran parte de la disposición de trabajo y conducta con la que ha llegado Antonio a Madrid.
Futbolísticamente, Cassano tiene todos los elementos necesarios para triunfar en Madrid.
Es un genio con y sin balón, que gusta de libertad, y que se crece en los momentos de apremio, como lo ha hecho el mismo Real Madrid en sus míticas noches europeas.
Entonces quizá haya sido saludable la separación para Cassano, al saber que ya no carga con los problemas de la Roma sobre sus hombros…
Mientras tanto, el impacto de la partida de Cassano ha sido mayor para la Roma.
Hay que destacar que esta “separación” había sucedido desde hace ya algún tiempo. Desde que se fue Capello, Cassano dejó de ser el mismo, como expliqué anteriormente.
Con ello vinieron los problemas: el bajón de nivel no solo de él sino de muchos de sus compañeros que se veían afectados por lo que acontecía en el seno del equipo, la frustración de los aficionados que pedían respuestas y un poco de comprensión para uno de sus ídolos, y finalmente, la incertidumbre llegó a la cúpula pues causó división de criterios en cuanto a cómo proceder con el chico…
Recuerdo muy bien cuando Rosella Sensi, hija de don Franco y con alto poder dentro del club, hacía de escudo defensor frente a Cassano, tratando de dar la cara por él ante tanta presión, solo para que al final ella misma cambiara de opinión y aceptara que su partida era lo mejor.
Se ha ido Cassano de la Ciudad Eterna.
De aquel brillante tridente solo queda el nombre y el recuerdo de una gran época del club.
Cassano se ha ido en el peor momento para el equipo.
Recordemos que actualmente la Roma se rige bajo un embargo de la FIFA y no puede “adquirir” jugadores –aunque si los puede vender-.
El fin de semana pasado, ante la ausencia de sus delanteros por lesión, Totti debió asumir la responsabilidad de único delantero en punta, un experimento obligado que no le dejó un gran sabor al técnico Spalletti, quien a pesar de obtener el triunfo, sabe que se le ha quebrantado su esquema con la salida de Cassano.
No es que la Roma dependa de Antonio, o de Totti, pero toma tiempo reacomodarse sin figuras tan influyentes.
Primero fue Capello, ahora Cassano, mañana… ¡quién sabe...!
Entonces, de alguna forma la Roma se ve afectada con la partida de Antonio Cassano.
Y es cierto, allí queda Totti, hoy por hoy el símbolo de Roma. Eso es, si no es que el mismo Cassano logra su objetivo de llevárselo a Madrid.
Hay muchas versiones y argumentos acerca de esta novela, lo cierto es que ha llegado su inminente final.
Y habrá diferencia de criterios y opiniones en cuanto a la mejor forma de ver este agrio rompimiento: “una Roma sin Cassano, o un Cassano sin la Roma”…
* Randall Álvarez, Serie A en ESPN.
http://espndeportes.espn.go.com/story?id=397810