Por primera vez en un Mundial la FIFA ha presentado una lista de candidatos al Balón de Oro, premio que rinde homenaje al mejor jugador del certamen.
Con el permiso de todos, yo me he tomado la libertad de declarar a Zinedine Zidane como el ganador, y sin restarles mérito, dejo de lado a los otros diez prospectos.
* Randall Álvarez, Fuera de Juego en ESPN.
https://espndeportes.espn.go.com/news/story?id=458226
A la lista final, Italia aporta cuatro, Francia tres, Alemania dos, y Portugal uno.
La idea del señor Blatter y sus asesores del Grupo de Estudios Técnicos de FIFA es buena en el sentido de nombrar a los candidatos de las últimas cuatro selecciones en acción porque creo que con eso incentivan a un mayor espectáculo para los últimos dos encuentros de la cita.
Con eso en mente, veo lógico –por lo menos en este Mundial- que el eventual ganador haya llegado a la final. No concibo la idea de que del partido por el tercer puesto vaya a salir el mejor jugador del Mundial. Además, me reservo algunas inquietudes con relación a los verdaderos criterios que se toman en cuenta a la hora de seleccionar los nombres.
Muchas cosas podrán suceder en los dos últimos encuentros que podrían cambiar la perspectiva de lo expuesto hasta el momento por cada uno de esos candidatos, sin embargo, creo que con lo visto hasta ahora y poniéndolo en un panorama amplio, mi opinión de que deba ser Zizou poco va a cambiar.
Los italianos se han ganado, contra viento y marea, el derecho de estar en la final después de superar múltiples adversidades antes y durante el certamen, incluyendo el histórico escándalo doméstico que aún mantiene a todos en suspenso, las lesiones de varias figuras, las sanciones durante el Mundial, y la noticia del triste episodio del exseleccionado Gianluca Pessotto.
El arquero Gigi Buffon se ha ganado parte de este derecho gracias a su gran defensa, y aunque no espectacular, ha sabido responder en los momentos clave.
No me parece que reúna tantos méritos como para estar entre los candidatos pues Italia ni siquiera ha estado en definición por penales.
Gianluca Zambrotta ha tenido un gran torneo.
Llegó recuperándose de una dolencia y ha sido de los más regulares en su selección pero tampoco creo que amerite llevarse un premio de tanta magnitud.
Andrea Pirlo sin duda volvió a oscilar su mejor nivel. Un verdadero orquestador que ha demostrado leer bien al rival y posicionarse -más adelantado o más retrasado- dependiendo de eso. Ha tenido un buen grupo de escoltas que le facilitan su trabajo.
Fabio Cannavaro es sin conjeturas el mejor defensor del Mundial.
El pequeño central ha hecho gigante su presencia como ancla de una última línea que se ha consolidado como la más férrea, sin haber permitido que ningún rival le anote un solo gol (el único que ha recibido Italia fue el autogol de Zaccardo).
El “capitano” azzurro sí reúne credenciales para ser el mejor del torneo, aunque queda la histórica duda de FIFA de darle dicha mención a un defensor, aunque está demostrado que una buena defensa también gana títulos…
Los franceses por su parte han callado más de una boca en su reivindicadora marcha a partir del tercer encuentro del Mundial.
Quizás la misma idea de no despedir a su maestro de esa forma despertó al 'gallito' dormido y envejeciente.
Patrick Vieira –cuarto finalista de Juventus- en uno de los grandes escudos de Zizou y ha sacado fuerzas de flaqueza para dejar su nombre grabado en este Mundial. Eso sí, parte de su éxito radica en que tiene un socio –Makelele- que trabaja tiempo extra a su lado para que Patrick encuentre libertad de atacar. Anotó dos goles y puso otros dos.
Thierry Henry es hoy por hoy uno de los mejores atacantes del mundo, sin embargo, y a pesar de haber tenido un buen torneo, nos ha quedado debiendo a nivel de selección.
Es cierto que sus tres goles fueron importantes pero igual Francia tenía a un par de delanteros de similar calibre en el banco.
El sistema táctico galo le beneficia pues es similar al del Arsenal aunque con la selección no lleva tanto el peso del equipo sobre su espalda.
A Zinedine Zidane, lo dejo para el final…
En cuanto a los candidatos germanos, no entiendo bien por qué Michael Ballack está en la lista de posibles. Bueno, debería entenderlo pues es el capitán teutón y sobre él recaía la responsabilidad de mostrarse como la gran figura anfitriona. pero creo que quedó corto en su intento ya que no estuvo en su mejor nivel, ya sea por afecciones físicas o cualquier otra situación. Simplemente Ballack no tuvo la constancia anticipada y por algo, por más que lo intentó, no pudo anotar hasta ahora.
Miroslav Klose fue para mi la gran figura del equipo local y uno de los de mayor impacto –junto a Frings- en su selección durante la primera fase y hasta la semifinal perdida.
De no haber quedado Alemania en el camino, Klose hubiese sumado credenciales para ser considerado para este reconocimiento individual pues además de ser el goleador del Mundial se encargó de inquietar en todo momento a las defensas que enfrentó.
Todo indica que se quedará con el Botín de Oro.
Y el solitario representante del sorpresivo Portugal es Maniche, que si bien tuvo una gran participación, no creo que merecía estar en esta selecta lista por delante de Figo, quien sí es digno de mayor admiración y reconocimiento porque su historia para este Mundial tenía pinceladas similares a las del mismo Zidane...
Ahora sí, hablemos de Zizou.
Lo he dejado de último porque para mi es el primero en la lista al Balón de Oro.
Es más, por lo que representa este maestro en el fútbol moderno, y por la forma en que se ha desarrollado este Mundial para Les Blues, yo no veo ni siquiera la necesidad de haber presentado una lista de diez candidatos.
¿Que para darle más emoción y drama a la escogencia?
¡Qué más drama que el dibujado por el “viejo” Zidane!
¡Qué más emoción que la derrochada por las cansadas piernas de Zizou!
Después de la debacle de hace cuatro años, Francia llegaba a Alemania con la cara sucia, ansiosa por lavársela.
Zinedine Zidane, que había anunciado su retiro desde hace meses, era el portador del estandarte galo, y como gran capitán de la armada Bleu, marcó el momento cambiante de su equipo.
Sí, porque Francia arrancó el Mundial casi de la misma insípida manera como había abandonado el anterior, sin embargo, el tercer partido –Togo- serviría de metamorfosis.
Zidane no jugó por estar sancionado, pero fue precisamente su ausencia lo que despertó a un plantel que no estaba dispuesto a permitir tan gris despedida para uno de los mejores jugadores en su historia.
De esta forma Zizou demostró una vez más el impacto que ejerce sobre los demás.
Revolucionó el espíritu de lucha de sus compañeros, y estoy seguro que el táctico de su técnico también porque a partir de ahí vimos a una Francia rejuvenecida, con nuevos bríos y ambiciones.
La Francia apática se transformó y revivió sus mejores tiempos, en gran parte debido al empuje de una fuente de inspiración llamada Zidane.
Esa inspiración creció con cada partido, y así llegaron los equipos que habían acumulado solo victorias hasta el momento de medirse a los franceses (España, Brasil, Portugal) pero hasta ahí llegaría su racha. Algunos quizás subestimaron el tanque de reserva del maestro galo, y pagaron un precio muy caro.
Zizou con su varita mágica movió hilos, mientras retrocedía en el tiempo visualizando sus mejores años.
Al igual que en el ’98, Zinedine Zidane ha demostrado en este Mundial que los grandes jugadores aparecen en los momentos críticos e importantes, ya sea con club o selección.
Muchos lo daban por acabado pero él ha demostrado ser como el buen vino…
A veces con magia en los pies, a veces con colmillo y sapiencia, pero Zidane ha tenido respuesta para todos los retos en Alemania.
Honestamente, ahora no me importa mucho cómo pueda influir el resultado de la final en la escogencia del ganador de este premio.
Creo que por la forma como se ha desarrollado la historia de la Francia de Zidane en este Mundial, es él quien debería quedarse con el Balón de Oro, y punto.
Gane o no Francia el título, ya esta historia es como sacada de un libro de cuentos.
Lo hecho por Zizou es reflejo de su brillante trayectoria y el hecho de haber guiado a esta selección hasta la final es mérito suficiente para cerrar con broche de oro su carrera, si es que en efecto este es su último partido…
Esta nueva hazaña del mago, lo catapulta en la cima con los mejores de todos los tiempos.
Sí, Zinedine Zidane pertenece al selecto grupo de las grandes “maravillas del fútbol” como Pelé, Maradona, Cruyff y Di Stéfano.
Por eso, y con el permiso de todos, ¿para qué lista de candidatos?
¡Ya yo escogí a mi Balón de Oro!
* Randall Álvarez, Fuera de Juego en ESPN.
https://espndeportes.espn.go.com/news/story?id=458226