• Concacaf y Conmebol deberían unificar sus competiciones, incluida la eliminatoria mundialista.
* Randall Álvarez, Revista ESPNDeportes -Edición marzo 2006.
Desde Alaska hasta Tierra del Fuego, con un minúsculo salto sobre el Canal de Panamá, nuestro continente está unido.
Sin embargo, en el ámbito administrativo futbolístico, existe una separación que hace ver dos subcontinentes muy distanciados.
De Panamá hacia el norte -con desvío al Caribe- está el territorio Concacaf, mientras que hacia el sur aparece el dominio Conmebol.
Esta idea de unificar el fútbol en nuestro continente genera, por un lado, un sinnúmero de peros y polémicas, mientras que por otro lado también florece el razonamiento idealista y hasta lógico en la evolución de nuestro deporte rey.
UNA LARGA TRANSICIÓN
Este concepto no es algo nuevo pues ya desde la Copa América de 1993 la Conmebol había extendido invitaciones a México (subcampeón ’93) y Estados Unidos (semifinalista ’95), quienes con esos respetables debuts dejaron bien sembrada la semilla de esta idea.
Desde entonces ha sido una constante la participación de México, que alcanzaría otra vez la final en 2001, así como las semifinales en otras dos ocasiones.
Esto abrió las puertas para que también Centroamérica dijera presente después con las participaciones de Costa Rica (1997, 2001, 2004) y Honduras, que en 2001 se dio el lujo de vencer a Brasil y llegar a semifinales.
A nivel de clubes el panorama ha sido más abundante y generoso pues desde que se instauró en 1998 aquel sistema de pre-Libertadores entre México y Venezuela, los equipos mexicanos se han ido ganando el respeto y la credibilidad de la otra mitad del continente.
Así, equipos como Cruz Azul y Pumas han llegado a las finales de Copa Libertadores y Copa Sudamericana, respectivamente, y coincidiendo con la transición al Nuevo Milenio, no es extraño ver ahora a otros equipos mexicanos como Chivas, América, Santos Laguna, en semifinales de estos torneos del Sur.
Igualmente, selecciones sudamericanas participan ahora en la Copa Oro, y muchos equipos de la Conmebol son invitados a giras veraniegas por la unión americana.
El siguiente paso es, al igual que a nivel de selecciones, abrirle la puerta a clubes centroamericanos y estadounidenses como Saprissa, Alajuelense, Comunicaciones, Municipal, Olimpia, y los que vayan ganando jerarquía dentro de la MLS.
No en vano, la decorada participación del Saprissa en el Mundial de Clubes es testimonio del nivel regional.
UNA IDEA AMPLIA CON PROS Y CONTRAS
Es cierto que las distancias y el poder económico juegan un papel influyente en esto, pero no nos olvidemos que Concacaf aportaría el importante peso económico de dos anglosajones, uno de ellos es, por cierto, la nación más poderosa del mundo.
Ahora, si Europa puede tener a países como San Marino, Andorra y Luxemburgo compitiendo ante las grandes potencias en eliminatorias, entonces no parece tan descabellada la idea de ver a naciones de nuestro continente frente a frente.
Es por eso también, que cada vez son más las fases previas de la Champions y la Copa UEFA, donde hay una cantidad impresionante de equipos muy chicos compitiendo.
Claro, por razones lógicas de números sería justo y necesario efectuar rondas preliminares, como de hecho ya está organizada la Concacaf.
Por ahora sigue el Interliga otorgando plazas mexicanas a Libertadores, de los Campeones de Concacaf alguno va a la Sudamericana, y la Copa Oro otorga derecho a la Copa América.
El último paso tomado por Conmebol recientemente ha sido permitir que equipos mexicanos puedan disputar la Recopa Sudamericana, aunque el escollo sin superar –por razones lógicas- es que no podrían ir al Mundial de Clubes.
Aunque esta idea se ha venido manejando por algún tiempo, creo que nos acercamos a un momento oportuno para finalmente dar el paso final que es unificar el Norte con el Sur, sin olvidarnos de lo que está en el medio.
Claro, la última palabra la tiene la FIFA, y sólo podemos esperar a que esta idea quede en punto y seguido...
* Randall Álvarez, Revista ESPNDeportes -Edición marzo 2006.